(Ave María) El Milagro en el Mississippi: Roger Staubach y Drew Pearson

Staubach Hail Mary Pass

Staubach Hail Mary Pass

El partido se jugó en Metropolitan Stadium en Bloomington, Minnesota. Era un encuentro crucial de la Ronda Divisional de la NFC, con los Cowboys enfrentándose a los Vikings, uno de los equipos más fuertes de la liga en ese momento. Los Vikings, liderados por el entrenador Bud Grant y con una defensa temible conocida como los «Purple People Eaters», eran los favoritos para ganar.

El partido fue una dura batalla defensiva, con ambos equipos luchando intensamente para avanzar en los playoffs. Con menos de dos minutos restantes en el cuarto cuarto, los Cowboys se encontraban abajo en el marcador 14-10. Roger Staubach, el quarterback estrella de los Cowboys, llevó a su equipo a la línea de 50 yardas de los Vikings con la esperanza de realizar una jugada milagrosa.

Con solo 24 segundos restantes en el reloj y enfrentando una tercera y 10 desde la línea de 50 yardas, los Cowboys necesitaban una jugada extraordinaria para ganar el partido. Staubach recibió el balón, retrocedió y lanzó un pase profundo hacia la banda derecha, donde Drew Pearson corría su ruta.

Pearson, uno de los receptores más talentosos y confiables de los Cowboys, enfrentaba una dura cobertura del cornerback de los Vikings, Nate Wright. Mientras el balón volaba por el aire, Pearson se desvió ligeramente hacia el centro del campo, aprovechando su agilidad y velocidad.

En un momento decisivo, Pearson y Wright hicieron contacto, y Wright tropezó y cayó al suelo. Pearson mantuvo su concentración, giró su cuerpo y atrapó el balón con una mano en la línea de 5 yardas, y luego avanzó hacia la zona de anotación para completar el touchdown.

La jugada no estuvo exenta de controversia. Los jugadores y fanáticos de los Vikings argumentaron que Pearson había empujado a Wright, cometiendo interferencia ofensiva. Sin embargo, los árbitros no lanzaron ninguna bandera y el touchdown fue confirmado. La falta de una llamada de interferencia y la naturaleza dramática de la jugada solo aumentaron la mística del «Milagro en el Mississippi».

Después del partido, Roger Staubach describió la jugada diciendo que había cerrado los ojos, lanzado el balón y rezado un «Hail Mary», refiriéndose a una oración católica. Este comentario se convirtió en parte del folclore del fútbol americano, y desde entonces, un «Hail Mary» ha sido utilizado para describir un pase largo y desesperado en situaciones críticas.

La victoria por 17-14 sobre los Vikings permitió a los Cowboys avanzar a la final de la NFC, donde posteriormente derrotaron a los Los Angeles Rams para avanzar al Super Bowl X. Aunque perdieron ante los Pittsburgh Steelers en el Super Bowl, el «Milagro en el Mississippi» se consolidó como uno de los momentos más icónicos en la historia de los Dallas Cowboys y de la NFL.

La jugada sigue siendo recordada y celebrada por los fanáticos de los Cowboys y se ha convertido en un ejemplo clásico de la emoción y el drama que pueden surgir en el fútbol americano. Roger Staubach y Drew Pearson se han mantenido como figuras legendarias en la franquicia, y su conexión en esa jugada histórica sigue siendo un punto culminante en sus carreras.